El implante dental está recomendado en todos aquellos casos en los que queramos sustituir la ausencia de dientes, perdidos por diferentes causas.
Pudiendo utilizarse para casos de pérdidas de dientes por enfermedad (enfermedad periodontal, caries, etc.), tras la pérdida dental debida a accidentes y en caso de ausencia congénita de dientes.
En general, cada pieza pérdida debe reemplazarse por un implante. No obstante, en algunas zonas de la boca, donde los dientes reciben menos carga, es posible reducir el número de ellos.
El implante normalmente se coloca con anestesia local. Los últimos avances en implantología permiten, en la misma sesión, realizar la extracción de un diente, colocar el implante e incorporar inmediatamente la prótesis provisional, sustituyendo el diente en el momento.
Algunas de las ventajas de los implantes:
- Es la opción más segura, pues la prótesis va unida al hueso, y no a otros dientes.
- Evita la pérdida ósea al conservar la función sobre el hueso.
- La sensación masticatoria es similar a la de un diente natural.
- Tiene mayor duración, con tasas superiores al 90% en períodos de 20-30 años.
- Al masticar, el hueso está sometido a una fuerza similar a la del diente natural, con lo que permite conservar su forma biológica.
- Se produce osteointegración, que es una unión directa a nivel molecular de la superficie de titanio del implante con el hueso. Esta unión es tan fuerte que la única forma de separar el titanio del hueso sería extrayendo el hueso que lo rodea. La osteointegración tiene lugar en unas 6-8 semanas.
- En casos de pérdida completa de todos los dientes, los implantes dentales son la solución idónea para mejorar la calidad de vida, pues muchos pacientes que llevan prótesis completas experimentan una dificultad considerable para adaptarse a las dentaduras removibles (de quita y pon). El implante dental es fijo y cómodo y no hay piezas de las cuales preocuparse porque una vez se ha colocado seguirán funcionando bien.
- Ausencia de dolor. En ningún momento del procedimiento se siente dolor ni molestias y, en la mayoría de los casos, el postoperatorio supone menos incomodidades que otras intervenciones más comunes en odontología.